Historia de San Juan de los Reyes

Toledo es una ciudad con mucha historia y una pequeña parte de ella es la que nos muestra su monasterio más impresionante: San Juan de los Reyes.

MOTIVO DE SU CONSTRUCCIÓN
El motivo principal de la construcción de este templo, son los votos que hicieron Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, de erigir un templo, cuando vencieran al Rey de Portugal, que defendía a Juana la Beltraneja, para que esta pudiera acceder al trono de Castilla. (1476 Batalla de Toro) Su fundación por los Reyes Católicos, sirvió para que los monarcas demostraran su poder y piedad. Además, pensaron en utilizarlo para que albergara sus cenizas, haciendo las veces de mausoleo, aunque finalmente no fue así, ya que después de la toma de Granada, eligieron la capilla Real de esta ciudad para ser enterrados. San Juan de los Reyes, que es el nombre que recibió el templo, se destinó al Convento de Religiosos de la orden de San Francisco.

CONSTRUCCIÓN
Para hablar de la construcción de San Juan de los Reyes, es necesario que digamos que los franciscanos, llegaron a Toledo en el primer tercio del s. XIII (1219), y fundaron un convento extramuros en la Bastida.
En 1472, el Duque de Alba cedía una casa que tenía en Toledo, dentro de los muros de la ciudad. Fray Juan de Toledo quiso transformar esta casa en convento, e incluso solicitó licencia a Roma. Pero esta fundación dentro de la ciudad, provocó sobresaltos y protestas en las parroquias inmediatas. Llegó esto a tal punto que el Ministro Provincial de los conventos, P. Luis de Olivera encabezó la protesta, y el Prior de San Agustín, Diego de Torres, fue a la casa residencia franciscana y apresó a Fray Gonzalo de Zamora, que fue apaleado y encerrado en el convento de San Francisco . Fue liberado por el Conde de Cifuentes y su gente armada.

Estos sucesos hicieron que los franciscanos pidieran apoyo a Isabel la Católica, para que intercediera y evitara las molestias a los franciscanos (1475).
Por diversos problemas, no se pudo construir el edificio para los franciscanos en las casas del duque de Alba, y la reina después de la Batalla de Toro, debió tomar por su cuenta la fundación del monasterio y adquirió unas casas que pertenecieron a D. Pedro Núñez de Toledo, por las que pagó 100.000 maravedíes. Donó estas casa al Custodio de Toledo P. Juan de Tolosa, explicándole estas razones:

“Por cuanto yo he tenido y tengo muy singular devoción al bienaventurado Señor San Juan y a la Orden de la Observancia de el Señor S. Francisco, he deliberado de facer y edificar una Casa y Monasterio de la dicha Orden de San Francisco de la Observancia, y a devoción del bienaventurado dicho Señor San Juan, Apóstol y Evangelista, en la muy noble y muy leal ciudad de Toledo...” (La Real Cédula está datada en Toledo a 22 de Febrero de 1477 (Archivo de Simancas, Registro del sello nº 1, Valladolid 1950).

Pero estas casas, no bastaban, y la reina hizo la compra de otras casas más a D. Francisco Núñez por las que debió pagar “seys florines de oro” (Fernández Pérez del Pulgar: Crónica de los Reyes Católicos, Madrid, 1943, páginas 289-290).

Así empezó su construcción en 1476, bajo la advocación de San Juan Evangelista. Las obras no fueron lentas, pero a pesar de ser un mandato de los Reyes la finalización del templo no fue en su reinado, ya que su nieto el emperador Carlos V mandó hacer el claustro superior.
Los RRCC encomendaron la obra a Juan Guas, su segundo arquitecto, que había participado en las obras de la Catedral de Toledo.

EL DESASTRE DE SAN JUAN DE LOS REYES
En 1809 San Juan de los Reyes sufrió los destrozos de la Guerra de la Independencia. Algunas tropas francesas se alojaron en el monasterio (previo aviso por carta al Prior de que desalojara a sus frailes para darles refugio) y antes de partir hicieron grandes destrozos y lo incendiaron. El daño fue terrible: la biblioteca, los claustros y sus esculturas, el artesonado del segundo claustro, la sepultura de D. Pedro de Ayala, el órgano y otras muchas otras cosas.
Cuentan también, que el Prior del monasterio se alojaba en una casa de la calle Pintor Matias Moreno (frente al edificio) y que vio como lo quemaban las tropas francesas.
Después de todo, los franciscanos intentaron "vivir" en San Juan de los Reyes haciendo todo lo posible por su recontrucción, pero a pesar de su afan, sus medios eran escasos.

RECONSTRUCCIÓN
Hubo que esperar a Cecilio Béjar (1833) para hablar de verdadera reconstrucción, y por supuesto la de Arturo Mélida (s. XIX) que fue la más grande, la obra fue financiada por Regiones devastadas y su trabajo fue de gran valor, especialmente la restauración (más bien reconstrucció) del maravilloso artesonado del claustro superior.


Termino diciendo que esto es solo una pequeña parte de la historia de San Juan de los Reyes y que más adelante hablaré del estilo artístico del edificio ya que es muy interesante y animo a todos los que visiten Toledo a ver este gran Monasterio.