domingo, 24 de agosto de 2008

Sobre Harenes y Eunucos


Por poner un ejemple de harén, podemos poner el harén del Palacio de Topkapi (Estambul).


Este grandioso palacio, sirvió de residencia a los sultanes desde su construcción en 1478 hasta 1853, cuando el sultán se trasladó a otro palacio de estilo europeo; En 1924 se reabrió como museo, actividad a la que se sigue dedicando en la actualidad.


Seguramente, el harén con el que contaba este palacio sería grande, grande en sentido literal y metafórico, ya que muchas de las mujeres que habitaban en él serían muy bien instruidas en artes como la música y la danza.


El harén de Topkapi se dividía en dos clases: las sirvientas-cariyeler y las privilegiadas-gedikiler.


Las sirvientas no tenían ningún contacto con el Sultán. Si alguna de las mujeres era elegida por el Sultán como concubina se le daba una estancia privada para que la prepararan para su cita; Si después de este primer encuentro el Sultán seguía interesado en ella, esta dama se convertía en odalisca.


El harén era dirigido por la madre del Sultán, que también elegía a las mujeres que lo integraban. La madre del sultán (valide sultan) podía llegar a ser una figura poderosa en las intrigas de palacio, como el ejemplo de Kösem, madre de Ibrahim el Loco.


Una de las partes más sorprendentes que integran el harén de Topkapi es La Jaula (Kafes), un edificio donde se enceerraban a los herederos hasta la ancianidad, solo salían para sustituir al Sultán muerto. Esto se usaba como método de control, para que ningún heredero conspirase contra su padre o sus intereses.


El harén era un espacio prohibido para los hombres,a excepción de los Eunucos, , hombres castrados que guardaban los harenes, en algunas ocasiones llegaron a convertirse en hombres poderosos.


La historia que hubiera detrás de cualquier eunuco, desde mi punto de vista nunca tuvo que ser fácil. Hombres que sufrían una dolorosa mutilación y se convertían en esclavos pertenecientes a un nuevo género, ni hombre ni mujer; y eso en el mejor de los casos: sobrevivir a la castración.
Etimológicamente la palabra eunuco deriva del latín eunūchus que a su vez deriva del griego εὐνοῦχος y que significa “el que guarda la cama de las mujeres”.


En el caso de que los hijos del sultán permanecieran en el harén, los eunucos serían la figura más masculina que verían en largo tiempo y entre herederos y estos guardianas podrían forjarse amistades que con el tiempo beneficiaran mucho a los eunucos.


Volviendo a los hombres castrados, hay que decir que no tenía el mismo "valor" un castrado absoluto: estos eran más valiosos. A los supervivientes de la mutilación, se les insertaba una barra de plomo en la uretra que debían retirarse para orinar. En ellos se valoraba también su cultura: saber recitar, cantar, tocar instrumentos, etc.


Un eunuco fue el que empezó la historiografía china: Ssu-Ma-Chen. Hacía el s. II a.C. este joven sucedío a su padre como astrólogo y caligrafo imperial; empezó a reunir noticias de los diferentes reinos y quiso establecer un calendario único para la unificación de los territorios.


En una reunión del soberano chino con sus generales después de una derrota, Ssu-Ma-Chen contadijo los motivos por los que parecían haber perdido la batalla los generales. Para su pesar esto se tomó como una ofensa al soberano y fue condenado a muerte. El emperador le perdonó la vida, por el hecho de que no quería que se perdiera el trabajo que el joven estaba realizando, pero le condenó a ser castrado.


Ssu-Ma-Chen pudo continuar su tarea.



Fuentes: Muy Historia, nº 18

National Geographic Historia, nº 56