martes, 25 de marzo de 2008

Excellent Blog Award


Después de esta Semana Santa tan larga y tan llena de trabajo en la que he estado completamente desconectada de la blogsfera, me he encontrado esta mañana de ojos ojerosos y café en mano con 2 premios. Así que me espabilo y lo explico.
Muchas gracias a Minerva y a Zub por dejarme estar entre sus 5 elegidos del Excellent Blog Award. Aprovecho también para felicitarles a ellos por recibirlo, jejejeje...

Como ya dice Zub esto no es un premio en metálico, sino que al recibir este galardón tienes que "pasarlo" a otros 5 blogs que tú creas excelentes por alguna razón. Además debes colocar la imagen de Excellent Blog Award. Pero creo que lo mejor de todos estos premios es que a través de ellos podemos conocer nuevas bitácoras que quizá hasta la fecha nos pasaran por alto.


Después de todo este preludio, agradecimientos y felicitaciones ya no me enrrollo más y voy a lo importante, los 5 premiados (elección dificil solo 5, ya que recomiendo todos los blogs que tengo enlazados):


-Algo de Historia: Para Uge, por sus magnificas series que me tienen enganchada.

-Historia por resolver: Excelente blog, los temas muy variados, interesantes y muchas veces para mi totalmente desconocidos, muy buenos los que tratan de enfermedades.

-Historiantes: Llevo mucho tiempo leyendo a Víctor y lo sigo haciendo, por algo sera ¿No? Aprovecho desde aquí para felicitarle por el cambio de imagen en Historiantes.

-Historicamente: Por su variedad, por toda la información tan clara de sus post. Totalmente recomendado.

-Medievalum: Excelente bitácora, muy amena y que además nos informa de actividades relacionadas con la historia.


Bueno, pues he terminado con esto, gracias otra vez por el premio y no olviden los 5 premiados elegisr otros 5 blogs para que la cadena pueda continuar.



miércoles, 5 de marzo de 2008

Una historia de traición: Al-Mutamid e Ibn Ammar

Quizá podríamos empezar diciendo: chico conoce a chico y...pero no, queda demasiado actual y se desvía del proposito de contar esta traición.

Empecemos de nuevo:
al- Mutamid era el segundo hijo de al- Mutadid de
Sevilla. Llegó a ser heredero y más tarde rey (1069-1091) porque su padre mandó ejecutar a su hermano mayor por supuesta traición.
Cuando al-Mutamid cumplió 12 años su padre le mandó a Silves para ser educacdo por Ibn-Ammar, que se había ganado el favor del rey por escribir una poesía elogiándolo. De Ibn- Ammar, que dicen que fue un personaje oscuro y ambicioso, aprendió el chico el gusto de la poesía y se insinua también que le descubrió los placeres de la carne. El caso es que entablaron una buena amistad que duró años, se convirtieron en inseparables y el joven al-Mutamid le llegó a convertir en visir.

En 1058 al-Mutamid encontró una novia, que más tarde fue su esposa, Rummaykiya, que luego fue llamada Itimad. La leyenda cuenta que la vio por primera vez a la orilla de un río mientras jugaba con Ibn Ammar a completar versos; ella estaba escondida por allí.

Con el tiempo al-Mutamid convirtió Sevilla en un centro cultural e intelectual muy importante y reunió allí a grandes personajes, pero su relación con Ibn Ammar sufrió altibajos.

Ibn Ammar (al que le había ido muy mal con las finanzas) en 1078 pidió dinero a Ramón Berenguer II para conquistar Murcia y a cambio, para que su prestamista viera que tenía la intención de devolver todo lo prestado, le dejó de rehén a al-Rashid un hijo de su "amigo" al- Mutamid, todo esto sin que el pobre padre de la criatura lo supiese. Cuando este se enteró de la traición, tuvo que recuperar a su hijo previo pago de una elevada suma, pero Ibn Ammar terminó conquistando Murcia y siendo gobernador de la misma.

Por si esto fuera poco, Ibn Ammar empezó a conspirar para independizarse de la Taifa de Sevilla, pero fue descubierto y huyó, pero también fue capturado y llevado ante el rey y antiguo amigo.

Al-Mutamid le mató con sus propias manos.

Después de ajusticiar a su antiguo amigo, las cosas no le fueron muy bien: sus dos hijos mayores murieron en la guerra, fue desterrado junto a su mujer...Y así en el destierro de África, arruinado, dedicó sus últimos años a la poesía, afición que tanto le unió a Ibn Ammar y escribió sus mejores poemas.