miércoles, 16 de enero de 2008

Más pelos


Parece que tener mechones de pelo de personajes históricos puede ser todo un chollo. Volvemos a tener una noticia sobre "cabellos importantes"; Esta vez nos situamos en Londres, se ha subastado un mechón rubio que supuestamente perteneció a Catherine Parr, última esposa de Enrique VIII.

El cabello está metido en un marco ovalado y se ha vendido por 2.160 libras (2.850 euros). El comprador ha sido Charles Hudson. Dicen que "la procedencia del objeto ha sido verificada" pero no se han hecho pruebas de ADN. Por lo menos esta vez no ha habbido detenidos...

miércoles, 9 de enero de 2008

Un Mundo en Miniatura


Quería compartir un video con vosotros que me enseñaron el otro día y me dio mucho que pensar, la verdad es que me ha gustado bastante. Quería dejaros el video en la entrada pero he tenido unos cuantos problemas técnicos y después de varios intentos, he desistido, así que os dejo el enlace.

miércoles, 2 de enero de 2008

Piratas, corsarios y demás marinos





Filibusteros, bucaneros, corsarios...muchas veces metemos a todos en un mismo saco: Piratas. Pero todos ellos permanecen en nuestra memoria gracias a películas y novelas. Nuestra visión suele ser rómantica, los imaginamos como pícaros que surcaban los mares en busca de tesoros prohibidos. ¿Pero en realidad era así? ¿Como eran estos personajes?

Disticiones
Para hablar de este tema debemos empezar por distinguir ciertas cosas; Se puede decir que hasta mediados/ finales del s.XVII, no se distinguían los corsarios de los piratas. Los españoles los denominaban corsarios o "cossario". A partir de este siglo se empezó a utilizar la palabra pirata en España, y con ella se denominaban a los marinos que no respetaban la bula papal por la que España dominaba el Atlántico. Hay que entender corsario (derivado de la patente de Corso), como el marino que está protegido por al menos una potencia, por tanto sus acciones eran legales. Los piratas por el contrario eran libres en sus acciones y no dependían de nadie. Un ejemplo de conversión de pirata a corsario, es la Isla Tortuga (sí, esa que sale en la película de Piratas del Caribe, donde todos juegan y beben sin moderación) que después de ser independiente tuvo que aceptar servir a los franceses.

Hay que mencionar también un aspecto importante, el comercio marítimo era arriesgado, caro y peligroso hasta el s. XVIII (Inglaterra regula el comercio marítimo) y todas las naciones en algún momento han recurrido a la piratería para amortizar las inversiones.
El auge de la piratería tiene razones políticas y económicas, las naciones usaban sus corsarios para menguar la riqueza y el poder de sus adversarios y no solo eso, también era una manera de seguir una guerra que se supone terminada.

Sigamos con las definiciones: bucanero; Estos eran considerados lo peor de la piratería, eran despreciados por todos los demás. Aparecieron a finales del s.XVII y se establecieron en el Caribe, principalemente robaban a los españoles. Principalmente eran desertores, asesinos delincuentes y aventureros, normalmente no se establecían más de 3 ó 4 juntos. Vestían con una faja de cuero en la que llevaban 3 ó 4 cuchillos. Se armaban con escopetas que cargaban con un polvora llamada "de bucanero". Uno de sus asepctos peculiares es que eran cazodores y permanecían largas temporadas en el monte.

Pasemos ahora a hablar de los filibusteros. Aparecieron sobre 1630, principalmente en la Isla de la Tortuga. Eran "semipiratas" pues "medio" servían a las marinas inglesa o francesa. Los españoles les llamaban "pechelingues" porque hablaban un lenguaje que mezclaba el inglés con palabras francesas, esapoñolas y holandesas. El hecho más famoso de los llamados filibusteros, es la creación de los "Hermanos de la costa", esta hermandad pretendía garantizar a sus asociados el ejercicio independiente de la piratería. La gobernaba un consejo y las decisiones se tomaban en común, no se perseguía a los miembros que abandonaban y no había código penal. Un dato curiosos es que no existía la propiedad privada como tal, si alguién capturaba una nave, la entregaba a la hermandad para que la pudiera utilizar quien la necesitara. De ese modo, cuando alguien ideaba una fechoría, se elegía capitán, se le entragaba una nave y cuando terminaban se devolvía a la hermandad. Este sueño pirata decayó cuando se perdieron estas "buenas" costumbres", sobre todo la de capitan electo, ya que en un principio el capitén era casi uno más, comía lo mismo, se hacía su cama, etc. solo tenía verdadera autoriadad en el momento de la batalla.

Costumbres
Bart el Negro dijo "En un trabajo honrado lo usual es trabajar mucho y ganar poco; la vida pirata en cambio, es plenitud y saciedad, placer y fortuna, libertad y además poder".

Los piratas vestían con lo que podían, sobre todo con lo que podíasn robar; solían llevar sombreo o pañuelo cubriendo la cabeza y los pantalones a media pierna. Los bucaneros no lavaban nunca este pantalón y al morir, se lo dejaban a su mejor amigo (habría que ver en que condiciones quedaba esa prenda). Utilizaban también un fajín para sujetar sus armas y el que llevaba un aro de oro en la oreja era porque había cruzado el cabo de Hornos o el de Buena Esperanza
A bordo solían comer tortuga, pescado o algo de carne ahumada y ron (todo un clásico pirata). Era costumbre establecer un código de conducta en el barco, por ejemplo, era frecuente castigar los actos de cobardía o recompensar al primero que viera un barco para saquear.

En la vida de alta mar, también tenían tiempo para la diversión; se entretenían con juegos muy "educativos":
-El Pulso, juego clásico y sencillo, para darle más emoción se ponía un hierro candente a cada lado, así el perdedor se quemaría.
-Disparos al azar: con este juego nacía la ruleta rusa. Consistía en encerrarse en un cuarto oscuro, uno de los que jugaba llevaba dos pistolas que a una señal convenida empezaba a disparar y los demás, claro, intentaban esquivar las balas.
-Dados: bueno, este juego era el de los prisioneros, ya que algunos piratas les obligaban a jugarse la cabeza a los dados.
-Teatro: Parodiaban los juicios de guerra que se hacían en las armadas reales.

Armas
Usaban pistolas que había que cebar en cada disparo, navajas y sobre todo espadas; estas solían ser ligeramente curvadas y de un filo. Y por supuesto las naves estaban equipadas con cañones que disparaban balas de hierro que pesaban entre 5 y 10 kilos.

El fin de la piratería
La firma de los Tratados de Utrech (1712-1716), que establecían el derecho a la libre navegación por América, supone el principio del fin de la piratería, ya que a los diferentes gobiernos les interesa el comercio sin incidentes. Así los corsarios se quedaban sin apoyo legal para sus saqueos, lo que sucedió con la mayoria de estos corsarios, es que se convirtieron en piratas y atacaban igual a barcos ingleses, españoles, portugueses...sin diferencias, ya no tenían nación a la que obedecer. Así, todos se convirtieron en proscritos y en la década de 1720 fueron barridos por los diferentes ejércitos.

Piratas que hicieron historia
Diferentes capitanes han pasado a la historia por diversas acciones; recordemos algunos de ellos:
Barbaroja: Atemorizó las costas españolas del Mediterráneo.
Dragut: Fue un gran enemigo de Carlos V, su carrera como corsario empezó a destacar a la muerte de Dragut.
Francis Drake: Quizá sea el pirata inglés más fomoso, temido también por los españoles. La reina Isabel lo protegió de manera no oficial.
Walter Raleigh: Este pirata, además fue cortesano, poeta y parlamentario (muy peculiar en verdad su carrera). Fue amante de Isable Tudor, hasta que sedujo a una de sus damas de honor y esta lo encerró en la torre de Londres. Creyó en la leyenda del Dorado e intentó buscarlo. Finalemente murió decapitado por orden real.
El Olonés: Este francés ha pasado a la historia por su crueldad, instaló su centro de operaciones en la Isla Tortuga. Pero lo más inusual de su biografía, fue su muerte: Fue capturado por unos caníbales en Darién, estos le despedazaron vivo, lo asaron y se lo comieron.
Morgan: También estuvo preso en la Torre de Londres. Después de realizar sus fechorías protegido por la patente de Corso y Carlos II, fue nombrado vicegobernador de Jamaica, y lo curioso es, que fue un perseguidor incansable de los que se dedicaban a su antiguo oficio. (Su vida sirvió de base a las novelas "La taza de oro" de John Steinbeck y "El cisne negro" de Rafael Sabatini"

La literatura y el cine, nos han dado una visión bastante endulzada de estos marinos; sobre ellos se han derramado ríos de tinta y hasta Hollywood se ha rendido a sus encantos. La muestra más reciente: la trilogía de "Piratas del Caribe" y la más clásica: "La isla del Tesoro".









Muy Historia, nº12